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Monday 30 November 2009

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Fabrice Du Welz escribe y dirige esta nueva incursión francesa en el cine de terror, un trabajo no demasiado original y que recuerda a horrores a la célebre "Misery" pero sin alcanzar ni por asomo las cotas de tensión del relato de Stephen King. "Calvaire", pese a su escasa originalidad, cuenta con un principio francamente prometedor, donde gracias a un fantástico Laurent Lucas que da vida al artista ambulante "Marc Stevens", consigue que nos metamos de pleno en la piel del protagonista, uno de los personajes mas "humanos" con los que me he topado últimamente, con una actuación más propia de un melodrama que de una "Road Movie", que hace de la secuencia inicial de la residencia de ancianos, una auténtica delicia para los sentidos, mostrándonos unos diez minutos iniciales muy divertidos y embarazosos al mismo tiempo.

Tras esto nos encontramos con el mismo cuento de la lechera de casi siempre, un viajero atrapado en un lugar inhóspito, que sin darse cuenta se verá inmerso en una peligrosa situación, si bien es cierto que en esta ocasión no se encontrará con el clásico psicópata, pero eso ya lo descubriréis vosotros.


Esta primera mitad del filme resulta muy interesante donde nuevamente la actuación de Laurent Lucas resulta de lo más convincente, alejada de los absurdos comportamientos que solemos ver en las películas americanas. El personaje interpretado por Jackie Berroyer, que da vida a Bartel, el dueño del albergue, también tiene gran culpa de esto, y consigue desorientarnos en más de una ocasión con su inquietante personalidad.

Desgraciadamente, el filme pierde interés de forma alarmante cuando nos enseña todas sus cartas, perdiendo toda la intriga acumulada cual arena escurriéndose entre nuestros dedos, cayendo en un más que descarado plagio de "Misery" que acabará degenerando en otro descarado y mal plagio de aquella excelente cinta protagonizada por Burt Reynolds en 1972, llamada "Deliverance". "Calvaire" es un filme muy poco explícito, de los denominados de "terror psicológico", así que a nivel visual poco se puede destacar, a parte de la cuidada fotografía, algo bastante común en el cine francés, y los bellos paisajes naturales donde transcurre la acción, pues sangre vamos a ver muy poquita.

Conclusión, "Calvaire" es una película demasiado irregular, que si bien puede entretener en un principio, incluso enganchar, termina aburriendo más que una carrera de fórmula 1 un domingo por la mañana, y que se sostiene exclusivamente gracias a las grandes interpretaciones de sus dos actores principales, que consiguen dotar al filme de ese toque de personalidad del que carece el argumento.

Pese a esto, la cinta de Fabrice Du Welz resulta mucho más interesante que la gran mayoría de filmes americanos donde un grupito de jóvenes mono-neuronales son víctimas de algún degenerado. Si eres aficionado al cine francés de nueva generación, "Calvaire" puede ser una opción interesante, pero muy lejos de grandes trabajos como "Frontiere(s)" o "A L'Interieur".

Para colmo de males nos dejan con las ganas de saber como termina el romance entre el campesino y el carnero, una lástima.


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